Hola amigos. Quería compartir con vosotros esta imagen de cómo quedó nuestra casa tras la fiesta de despedida de Anais (que, a la postre, ha resultado ser también la nuestra). La reunión informal, en la que incluso pincharon unos coleguis que hacen música electrónica, terminó al filo de las siete de la mañana, cuando quedaban tres horas para entrar a currar y había más desconocidos que conocidos.

Setenta personas en el salón, olor penetrante a pis (o "a meos", como diría el Ruso) en el baño y yo viendo pasar toda mi vida en un segundo por delante de mis ojos, porque el médico me había prohibido terminantemente beber (he problemas de estómago bastante chungos) y vivir este tipo de episodios sobrio, cambia mucho las cosas.

En fin... anécdotas a parte, estas próximas tres semanas voy a estar algo incomunicada, porque Miguel y yo hemos decidido mandar el trabajo a tomar por culo y nos vamos de viaje con nuestros ahorros. Él se vuelve a Madrid el 1 de septiembre a currar en una super oferta en la que ha conseguido colarme a mí también, que todavía no estoy segura de si quiero viajar y exprimir al máximo esta experiencia o si debo volverme. De momento, parece que me decanto más por lo primero pero, en cualquier caso, a finales de octubre como muy tarde, estaré por el Banco de Paloma (confiemos en que ya esté de vuelta para entonces).

Un beso muy fuerte para todos, os quiero mil