martes, septiembre 12, 2006

Cursiladas de septiembre. Segundo Acto: Las canciones de Manuela

El otro día hablando de ti con Ana Crespo y Laura concluimos en menos de lo que canta un gallo en que hay una palabra que te define y que te viene como anillo al dedo: divertida. Divertida a rabiar. Torbellino y huracán, un poco caóticos ambos dos, son dos conceptos que tampoco te quedan tan lejos.

Cuando estás es imposible no atenderte. Es demasiada vivacidad como para que pase desapercibida y no todas las personas serían capaces de organizar fiestas tan inolvidables como las que han tenido lugar en tu casa. Incluida, sí, aquélla en la que te hundimos un poco el suelo bailando “Ave María” de Bisbal (qué poco alternativos, culturetas y multicultis somos cuando nos desatamos, por-el-amor-de-dios).

Muchas veces recuerdo aquel verano en que estuviste tan presente como el mejor que he pasado ­– a pesar del FIB y su consecuente desnutrición–. Todos esos instantes mágicos, que ahora se ven como recuerdos congelados en una fotografía – la vez que envolviste a aquel tío desnudo en plástico transparente en la performance del Podri, tus viajes a Argentina desde nos relatabas los saqueos provocados por el corralito, los malos momentos que pasaste con Ángel y las mates en segundo de bachillerato, el día que nos descubriste Yann Tiersen, Curro y Lua, los viajes con la resistencia, tu larguísima bufanda de lana roja con olor a “Anaïs, Anaïs” – reaparecen cada vez que se te recuerda y siempre estarán guardados en una especie de álbum imperecedero (vaya palabro feo) esperando para ser desempolvados y, con un poco de suerte, reemplazados por otros mejores que estoy segura nos esperan.

Desde aquí te mandamos muchísimos besos y más ánimo todavía para que superes todo el desánimo y la soledad que te están asaltando de forma más que clara en estos primeros días en tierras italianas. Sólo espero que cuando regreses podamos verte más a menudo para disfrutar de tus historias y tus bailes desenfrenados.
Extrañaremos mucho tus canciones, de las que procedo a hacer un repaso de las más representativas para que todos recordemos con cariño todos los momentos geniales que nos has brindado desde que te conocemos:

Los greatest hits de Manuela. Top 5.

1) Manuelita

Manuelita vivía en Pehuajó,
pero un día se marchó.
Nadie supo bien por qué,
a París ella se fue,
un poquito caminando,
otro poquitito a pie.

Manuelita, Manuelita,
Manuelita adónde vas
con tu traje de malaquita
y tu pasó tan audaz

2) Perfectamente quiero estar (Bailar pegados)

Perfectamente quiero estar
a tu lado y nada más,
desesperada.
Corazón con corazón,
es pura inspiración
(eso me han dichoooo)
3) Una noche más (Waiting for tonight)
Una noche más, ouu
quisiera encontrar tu belleza interior

4) El chachachá del tren

Al compás del chachachá,
del chachachá del tren.
Qué gusto da empezar la cosa del edén (¿?)

5) Baila Morena

Baila, baila morena,
esta fiesta es una pena,
baile de yonquiiis.


Manuela fue plenamente consciente del “grado de drogadicción que hay en esta casa”, como bien dijo Alba, y nos dedicó esta maravillosa canción a todas aquellas que regresábamos de una excursión alucinante (en la acepción literal de la palabra) durante la cual una gitana mojada y con un solo diente cantaba “Mi amigo Félix” sin emitir ningún sonido, Alicia nos hizo pelearnos por una magdalena que ofreció como premio a la persona que contestase correctamente a la pregunta de: “¿Con qué se corta las uñas Espinete?” y en la que intentábamos sobrevivir a pesar de una enorme desorientación y de creernos (al menos yo) inmunes a los coches.
Como tú dirías: "Suerte" y "chau"
Rathaus
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