domingo, enero 07, 2007

Canguelo

Ya casi estamos de nuevo solos los que nos quedamos por aquí... despedida María, Laura y Manuela ya sólo queda Lucía por decirnos adiós. Han sido unos días muy raros, de sensaciones muy fuertes y muy intensas, mezcladas todas a la vez y no sé muy bien si las he digerido con normalidad. El regreso del viaje, la vuelta al trabajo después de un mes, las navidades, la familia, las cenas, el alcohol, las despedidas, los reencuentros, los celos, las emociones... en fin, demasiada tela por cortar. Espero que mañana todo vaya bien y no me manden a Ciempozuelos, a priori no tengo ni la más remota idea de dónde puedo terminar, así que mientras escribo esto estoy dando verdaderos palos de ciego. ¿qué será de mí? se preguntaba Amparanoia...
Ayer se me hizo muy raro ver a Lucía en el Freeway, es una imagen que no sé yo si tenía precedentes en mi memoria, Marco volvió a sus mejores números de perder la cabeza nada más entrar en el local, Alicia y yo nos movíamos mientras con la gracia que nos caracteriza, dando unas lecciones de baile moderno a los más modernos moradores de la noche madrileña. Una noche entretenida, regada con San Miguel para la ocasión con un prólogo de "Crema di limone" aportada por Laura como despedida, o mejor dicho, como punto y seguido. El búho metro nos demostró que es falsa la leyenda urbana que dice que pasa cada cuarto de hora y Alicia cumplió y me hizo una perdida al llegar a casa.
En fin... un detalle con el que no había contado es que a partir de ahora vuelvo a currar los sábados, detalle muy importante. Me recuerda a los días en el Home con Ainoa, siempre en viernes, siempre hasta las dos, siempre sonaba el despertador a las 6.15 del sábado...
Bueno, abandono la nostalgia y me voy a la cama.
Buena semana a todas.
PD: Ana, el martes biblioteca!!! Lucía, cuando me digas cena en mi casa... las demás estáis, por supuesto, invitadas... pero sé que para vosotras mi barrio está más allá de los límites de la realidad madrileña.
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