Robo, ro-bó

El sábado por la noche me quitaron la cartera, no sé si en el Lozano o en un autobús camino a Alcorcón. Ayer cuando fui a Caja Madrid (después de haber anulado la tarjeta, claro) para asegurarme de que no se hubiera hecho ningún movimiento fraudulento con mis dineros, me explicaron, muy amablemente, que los señores delincuentes habían empleado mi tarjeta para gastarse 80 euros en una máquina expendedora del Metro de Madrid, esto es, que van a viajar unos cuantos meses gratis a la salud de mis sueldos en La Gaceta.

Menos mal que la anulé a tiempo, porque conociendo este afán de movilidad de los ladrones, un día más y se hubiesen sacado también unos cuantos billetes en easy jet para recorrer el mundo a mi costa. La paradoja es que justo este mes también había perdido el abono y llevo 20 días yendo a todas partes andando y tratando de gastar lo menos posible en transporte. Espero que Miss Visa tenga a bien devolvérmelo, que es lo que tengo entendido que hace en casi todos estos casos. De momento, toca apretarse el cinturón.

Hay que joderse...

Rathaus.